Un camping en medio del Pirineo para el que el 90% de los clientes provienen del Barcelonès, una compañía de Puigcerdà que promueve deportes de invierno en La Cerdanya, una industria con maquinaria pesada con base en La Seu d’Urgell que programa viajes comerciales por toda la península, o una joven pastora de Tuixent que vende quesos artesanos recorriendo con una furgoneta los mercados del Pallars los fines de semana. Todas estas iniciativas empresariales y emprendedoras del Pirineo han tenido que replantear su actividad profesional a raíz de la pandemia por Covid19. Sea en la escala que sea, la realidad del último año y medio ha afectado tanto a empresas de gran envergadura, como propuestas familiares o unipersonales.

Situémonos en un bungalow de madera en un camping del Alt Urgell, en un entorno como tantos otros de montaña: rodeado de cumbres, cerca de un río, con un ambiente apacible y desde el que se pueden hacer excursiones a pie, navegar remando un kayak, adentrarse en una sima haciendo espeleología y, incluso, organizar rutas a caballo. Se mire como se mire, el paraíso visto con ojos de quien vive en ciudad. Es por eso que tener que colgar el cartel de cerrado y quedarse de brazos cruzados para que los clientes están confinados y no pueden salir de su ciudad parecía una broma imposible hace poco menos de un par de años. Hoy sabemos que es una realidad insólita contra la que poco se podía hacer y, además, los gastos fijos seguían llegando puntuales … Por eso desde PEUSA nos pusimos en marcha y, entre otras cosas, propusimos a empresa, industria y autónomos poder reducir la potencia eléctrica contratada y recuperarla más adelante sin coste.

El responsable de nuestro camping de montaña respira un poco más aliviado desde que recibió la comunicación. «Para el Camping Pont de Ardaix podernos acoger a la propuesta de PEUSA de reducir la potencia eléctrica contratada mientras el negocio estuvo completamente parado, y recuperarla sin coste fue una gran tranquilidad», explica Josep Ballbé, director de este espacio que está abierto todo el año, tanto con una propuesta de invierno como de verano. La ubicación y formato del camping lo hacen un lugar idóneo para clientes que buscan una base desde la que disfrutar del contacto con la naturaleza en verano y también practicar deportes de invierno.

L’any 2020 la pandèmia va obligar el càmping a tancar 6 mesos i l’any 2021 han sigut 3 mesos. “A grans trets, l’estalvi que hem aconseguit l’any 2020 ha sigut de 6.000 €, gràcies a acollir-nos a la proposta de PEUSA de reduir la potència contractada”, explica el seu director, mentre apunta que l’any 2021 l’estalvi és també proporcional. Aquest és clarament un negoci que viu del turisme i adreçat a públic de més enllà del Pirineu, bàsicament nacional, que disposa de parcel·les de manera estable i també de lloguer. “Al tancar-se la possibilitat de mobilitat de les persones, vam haver de tancar”, conclou Ballbé de manera contundent.

El ahorro conseguido en 2020 por el Camping Pont d’Ardaix (Alt Urgell) ha sido de 6.000 €, gracias a acogerse a la propuesta de pies de reducir la potencia contratada, y recuperarla más adelante sin coste.

Energía solidaria

Asumir esta rebaja de potencia de nuestros clientes y que la puedan recuperar cuando lo decidan sin coste ha supuesto para PEUSA un importe total de más de 250.000 €. «Desde el primer momento entendimos que había que estar junto a las empresas del territorio en un momento tan complicado», explica Joel Boix, director comercial de la empresa. Además, también ofrecimos la posibilidad de fraccionar los pagos, para compensar la caída de los ingresos de su negocio. Según apunta Joel Boix, «la energía del Pirineo no es sólo verde sino también solidaria y, al mismo tiempo, una compañía energética comprometida con su gente y sus entidades».

«La energía del Pirineo no es sólo verde sino también solidaria»
Joel Boix, director comercial de PEUSA

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